martes, 25 de agosto de 2015

El nuevo Consiliario de Hermandades, Don Carlos Acosta, nos habla sobre el verdadero tesoro de Fuengirola

El recientemente nombrado Consiliario de la Agrupación de Cofradías de Fuengirola y actual Párroco del Centro de Fuengirola tras casi un año desde su llegada, nos concede una entrevista cargada de testimonios:

- ¿Qué le supone tomar el cargo de Consiliario en la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Fuengirola?
En primer lugar una gracia de Dios, que se ha fijado en este cura, para acompañar a las Hermandades y Cofradías de Fuengirola, en su camino de hacer presente públicamente la fe que se vive en el interior de las mismas, en comunión con las Parroquias a las que pertenecen.

En segundo lugar, una oportunidad de crecer en la religiosidad popular, tan rica en expresión de sentimientos que acercan, por la contemplación de las imágenes, a la belleza y a la misericordia de Dios.

- ¿Qué espera usted de sí mismo por y para la Agrupación de Cofradías y las hermandades de nuestra ciudad?
Que respondamos a los fines que, nuestra Madre la Iglesia nos encarga, y que vienen recogidos en los estatutos de la Agrupación.

- La agrupación no ha pasado por su mejor momento en los últimos años, y ahora encuentra restaurándose tras ese período de inactividad. ¿Cree que será difícil devolver a la corporación a sus orígenes?
No puedo ni de hablar con precisión de lo pasado. Personalmente creo que hay que guardar un difícil equilibrio entre el alma de las cofradías, que es su adhesión y fidelidad al Evangelio de Jesucristo y a su Madre, como modelo y ejemplo de acogerlos, y la manifestación pública de la misma. A veces corremos el riesgo que lo externo se coma la vida interior de las hermandades y cofradías.

- Casi ha transcurrido un año desde que llegó a Fuengirola. ¿Significó un gran cambio para usted?
Fue un cambio inesperado, en un momento complejo (marcha de Manuel Ángel, un sacerdote querido y de larga presencia en la Parroquia y en la ciudad de Fuengirola; cerrar los flecos de la Casa de la Virgen a la que ha habido que dedicarse; ir conociendo la Parroquia y el ambiente de una ciudad que vive esencialmente de y para el turismo, estar en el Centro de la ciudad...). Todo esto ha supuesto una oportunidad que el Señor me ha ofrecido para que a mis 64 años, no me acomode y sea capaz de crecer en las nuevas oportunidades que me presenta.

- En el tiempo que lleva en la ciudad, ¿qué destacaría de Fuengirola?
Creo que es una ciudad abierta, acogedora, con una amalgama de personas de procedencias diversas que han creado una realidad humana nueva y que, desde esa situación, se esfuerza por conservar sus raíces para no perder su identidad.

- ¿Y sobre las hermandades y cofradías fuengiroleñas? ¿Cuál es su opinión?
No te puedo hablar mucho de ellas, he conocido a los hermanos mayores (que me parecen gente entregada), y algo exterior de las mismas. Creo que no haría bien siquiera haciéndome una opinión. Mejor conozco las de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario y lo que brota de mi corazón es gratitud por la acogida generosa y el cariño con el que he sido recibido.

- Uno de los grandes tesoros de la Villa Blanca es su Patrona, la Virgen del Rosario. ¿Qué puede decirnos de esta bendita imagen?
No es uno de los grandes tesoros, es su Tesoro. soy de los que creo que una ciudad que no vibre con su patrona, corre el riesgo de perder su identidad. En cada ciudad necesitamos símbolos que nos identifique con lo que somos y la Virgen del Rosario es un símbolo para todos los fuengiroleños.

Este tesoro que es la Virgen del Rosario, es una imagen de una mujer hecha y derecha, dotada de gran hermosura, con expresión dulce y sonrisa encantadora que refleja como María, la alegría y la belleza de Dios en ella, y un Niño a mitad de camino entre el agarrarse a su madre y el querer lanzarse a otros brazos dispuestos a acogerlo para seguirlo.

- ¿Cómo es la Parroquia del Rosario? ¿Es satisfactorio desempeñar su labor como párroco en esta comunidad parroquial?
La Parroquia del Rosario, es la Parroquia de la Patrona y eso define una de sus características que hay que cuidar. Es el Santuario de de todos los de Fuengirola, con sus pros y sus contras, porque hay mucha movilidad en la feligresía, no solo por los que pasan su periodo vacacional aquí, sino también en la misma ciudad.

Sería presuntuoso hablar de satisfacción de mi labor... Creo que vamos haciendo cositas, algo de formación, un poco de oración siguiendo la lectio divina, cuidando las catequesis, atendiendo el Colegio María Auxiliadora en lo que puedo... celebrando los Sacramentos... y acompañando a la Hermandad de la Virgen del Rosario y a la Cofradía de Fusionadas... poco más.

- Algo que se llevaba tiempo esperando era la recuperación del culto a San Cayetano, Patrón de Fuengirola, en dicha parroquia. Tras la recuperación del culto bajo su iniciativa, ¿cree que los feligreses y devotos de la imagen han respondido a este hecho?
Me llamaba la atención de que no se celebrase la Solemnidad de San Cayetano. Y decidimos recuperarla, porque durante este año, Centenario de Santa Teresa, se nos invita a reflexionar sobre la importancia de la Vida Religiosa, y san Cayetano es Fundador de una de ellas, los Teatinos; también, porque es una época como la nuestra, en la que estamos viviendo una crisis de identidad religiosa, hay que volver a lo esencial, a Jesucristo como centro de nuestra fe, y San Cayetano con un conjunto de Santos de su época, vivió una situación parecida y llamaban a una conversión y autenticidad de vida del Evangelio; por último, en una época con tanta falta de trabajo y tantas personas pasándolo mal, recordar y pedir a nuestro patrón por los que tienen trabajo y especialmente por tantas criaturas que están pasando por verdadera situación de dificultad por el desempleo en el que se encuentran, ya que San Cayetano es el patrón del trabajo y de los desempleados.

Creo que hemos dado un pasito con el Triduo. El día de San Cayetano, la respuesta humana fue impresionante. No me engaño si digo que más que por San Cayetano, fue por esa despedida cariñosa y entrañable a las Hijas de la Caridad, feligresas de esta Parroquia, pero así lo decidimos con las hermanas, siendo la ceremonia digna y celebrada según el deseo que habían expresado ellas, con sencillez, con gratitud, con cariño... como son las Hijas de San Vicente, cuyo testimonio agradezco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario