viernes, 5 de septiembre de 2014

Hablamos con Don Manuel Ángel Santiago, un Sacerdote cuyo corazón es verde esperanza

Don Manuel Ángel Santiago, tras más de una quincena de años en Fuengirola como párroco del Rosario, tomará posesión el próximo 21 de septiembre en las parroquias de San Joaquín y Santa Ana y San Francisco Javier en Málaga.

Entre las preguntas realizadas, pretendíamos conocer aspectos que no fueran repetitivos en entrevistas de otros medios, queriendo descubrir un poco más sobre su vinculación con Fuengirola y su devoción mariana a través de varias advocaciones e imágenes.

- ¿Qué supone Fuengirola para usted después de tantos años vividos en ella?
Una tierra muy amada que dificilmente olvidaré, han sido unos años especialmente significativos donde me he sentido acogido con cariño, respeto y ayudado en mi ministerio sacerdotal al servicio del pueblo de Dios.

Me siento hijo de Fuengirola aun no habiendo nacido en ella, amo su historia y a sus gentes, por todo ello, le doy gracias a Dios por lo que he recibido a través de vosotros, estoy convencido que he recibido mucho más en todos los niveles de lo que yo haya podido dar y hacer.

- Antes de su llegada, ¿cuál era su pensamiento sobre esta ciudad?
De joven junto a mi pandilla de amigos veníamos con frecuencia a darnos un baño y pasar el día, siempre me parecía Fuengirola una ciudad bella y acogedora nacida del boom turístico, una ciudad cosmopolita y con vocación de servicio, no imaginaba que después de muchos años vendría a compartir mi vida con sus habitantes.

Hoy mi visión sobre esta ciudad es mucho más profunda desde todos los ángulos: culturales, históricos, sociales…etc. sin la menor duda la Villa Blanca es una gran ciudad donde echar raíces.

- Un rincón de la ciudad, un momento, una situación… con la que se quede.
Más que con un rincón me quedo con el horizonte abierto de nuestro mar mediterráneo, su inmensidad, el azul y la luz de nuestra tierra y el paisaje que se divisa desde nuestras playas fuengiroleñas o desde el Castillo Sohail.

Un momento, pues… junto a la Coronación Canónica de la Virgen del Rosario que ha marcado mi vida e históricamente será una página de oro inigualable e irrepetible, subrayaría otro momento como la bendición de la sede del nuevo ayuntamiento, fue impresionante la llegada de la Virgen a la Plaza de España, rodeada de miles de personas, el canto, los pétalos de flores… una imagen también para la historia y para llevarla en el corazón.

Una situación, yo diría muchas situaciones, valoro sobre todo los encuentros con las personas, los diálogos compartiendo alegrías y otras veces penas. El hombre se enriquece cuando sale de sí mismo y se entrega con generosidad a los demás, esto es  un motor que impulsa la vida con esperanza. En Fuengirola he gozado y gozo de la amistad y también he compartido momentos de dolor e incluso de muertes dolorosas.

- ¿Y si nos cuenta alguna anécdota curiosa que le haya ocurrido en la Parroquia del Rosario?
Diecisiete años dan para escribir un libro de anecdotario, pero os cuento una y es la siguiente: una mañana descubro junto a la imagen de S. José algo aparentemente extraño, como una caja de cartulina muy mal o pésimamente realizada, dentro un folio de papel y en él un recortable de una casa, otro de un coche y otro de un decimo de lotería y al final a mano una petición sin más: TE LO PIDO. Dentro de la caja también había un trozo de pan, un cigarro puro a medio fumar y una moneda ¿sorprendente, verdad?

Nunca he sabido quién estaba detrás, un latinoamericano, un africano… al principio me causó risa, después comprendí que quizás era alguien que lo estaba pasando muy mal y desde un cierto sincretismo se dirigía al santo de la única manera que sabía y que a nosotros nos choca muchísimo ese tipo de religiosidad popular.

- Fuengirola tiene un gran tesoro, que es su Patrona. ¿Cómo surgió su amor hacia la Virgen del Rosario?
Desde muy pequeño he vivido la devoción mariana, un amor que sin duda ha ido creciendo y madurando, purificándose y formándose, la Virgen me ha acompañado siempre con su amor maternal. Pronto en mi adolescencia aprendí a rezar el rosario y meditar sus misterios ofreciendo mi vida a Cristo por medio de María, he invocado a la Virgen y lo sigo haciendo bajo la multiplicidad de advocaciones que enriquecen la vida espiritual y se perfila el corazón inmaculado de la Virgen. Cuando tomé posesión de la Parroquia del Rosario puse mi ministerio pastoral en sus manos y desde ese momento el rostro bellísimo de la Virgen quedó grabado a fuego en mi corazón. Siempre acudo a ella y jamás mi oración ha quedado baldía, hasta en los detalles más insignificantes podríamos decir que la Virgen me mima y yo soy un privilegiado por tanto derroche de ternura.

Como nos indicaba el Santo Juan Pablo II, cuanto más esté un corazón consagrado a María de Nazaret, más lo estará a su Hijo Redentor y a la construcción de su Reino mediante el amor concreto a los hermanos.

- Otro de sus grandes amores es la Esperanza Macarena sevillana. ¿Qué resaltaría de esa bendita imagen?
Me conoces muy bien, para mí contemplar su rostro es quedar sin palabras, cosa que no me sucede con otras imágenes, no puedo articular en mi interior nada, sólo mirarla y por decirlo así nos entendemos.

Las cosas espirituales son difíciles de expresar, la primera vez que estuve ante esta bendita imagen estando en besamanos por su fiesta y yo siendo muy jovencillo, unos dieciséis años, mi vida dio un cambio fuerte y profundo, esa noche no pude dormir, en mi mente su rostro, como una foto fija, y en mi corazón un fuerte deseo de consagrarme a ella siendo misionero de la esperanza y dedicar mi vida especialmente entre jóvenes y niños.

Normalmente en las celebraciones de diáconos y de presbíteros se utilizan siempre el color blanco, en mi caso y por decisión del maestro de ceremonias fue el color verde el del tiempo ordinario, sin comentarios… Muchas veces bromeando suelo decir que todo el mundo tiene el corazón rojo, algunos dicen que la sangre la tienen azul y por mi parte yo digo que mi corazón es verde y no cualquier verde, sino verde esperanza.

- Cada Domingo de Ramos tampoco falta a su cita con la Hermandad de la Salud de Málaga. ¿Qué destacaría de esta corporación nazarena?
Sí, llevo muchos años intentando estar en la misa de hermandad el Domingo de Ramos y acompañar un buen trecho por las calles de Málaga a sus Sagrados Titulares. A esta hermandad la he visto nacer y salir por primera vez en un cajón de madera exuberantemente lleno de flores.

De esta Cofradía destacaría su manera de procesionar y sobre todo la lucha por ser una entidad viva y comprometida con la evangelización haciéndose presente entre los enfermos para llevar un poco de consuelo y solidaridad con el dolor del hermano.

- ¿Cuál es su visión actual acerca del mundo de las Hermandades y Cofradías fuengiroleñas?
Las cofradías de Fuengirola no son las mismas que yo encontré hace diecisiete años, gracias a Dios se ha avanzado mucho y por tanto son motivo de esperanza. Junto a esto creo que habría que intensificar varios aspectos importantes como es la formación cristiana de sus miembros, una mayor implicación en la dimensión caritativa y social, una lucha decidida por que las casas de hermandad sean escuela de oración y vida cristiana y por último se tendría que apostar muchísimo más fuerte por la agrupación de HH y Cofradías como vinculo y testimonio de unidad en la Iglesia.

- ¿Piensa que echará en falta algo en sus nuevas tareas como sacerdote?
Desde un punto de vista de fe no me faltará nada en mi nueva tarea pastoral entre otras cosa porque creo en la fuerza de Aquel que me constituyó en sacerdote y en la presencia del Espíritu Santo que empuja y abre nuevos caminos.

Desde el otra perspectiva me faltará ese día a día de mi vida en Fuengirola, y el encuentro cotidiano con vosotros, por otra parte se abre una nueva etapa para seguir caminando y dando cabida a otros rostros de hombres y mujeres que Dios me regala como nuevos hermanos.

- ¿Qué resaltaría de Fuengirola para hablar de ella a los que no la conocen?
Su belleza, su capacidad de acogida al ser una ciudad cosmopolita, interracial… les diría: vengan, no duden en venir, no se arrepentirán y si echan raíces aquí, difícilmente y por gusto dejarán esta bendita tierra del sur.

No hay comentarios:

Publicar un comentario